Estampida del IMSERSO

Después de la temporada estival, se supone que con el fin de la temporada alta llega una época de mayor relax en el trabajo…

Estampida de búfalos

… Nada más lejos de la realidad. Es cuando uno más trabajo tiene y debe poner en práctica sus dotes de paciencia. Empiezan a llegar autobuses, unos detrás de otros. Que si de Andalucía, de Francia, otros de Cataluña, de Galicia, peregrinos que compran su excursión en Santiago de Compostela,… de todas las procedencias posibles. Lo peor: es mucha gente en muy poco espacio de tiempo.

Y como uno averigüe que en la Oficina de Turismo se regalan los folletos… BOOM … empieza la estampida. Peor que en una selva.

¿Puedo, verdad? Yo quiero uno, como el que llevó mi compañero. Yo me llevo uno para mí, otro para la que está en el baño, otro para mi hija, otro para mi sobrino, para la vecina que no pudo venir, para el amor que me ha dicho una vidente que conocería,… cualquier excusa es válida para vaciar las estanterías.

Lo más gracioso, es que incluso se los llevan en inglés, aunque les avises que esos son en inglés y que los de castellano están en la otra mesa. Unos me dicen «yo inglés no parlar» eso que son españoles, y otros «bueno pues para el nieto, para que practique». Al estilo mercadillo de barrio: «¡Que me los quitan de las manos!» «¡Al rico folleto niña!» «¡Venga que se agotan!».

LECCIÓN DEL DÍA: Ahora bien, si hubiese que pagar, aunque fuesen 10 céntimos, ya reculan. Es como si esa estampida de búfalos se encontrasen con una manada de leones en su camino. 😀